Muchas mujeres pueden preguntarse: ¿es síndrome premenstrual (SPM) o estoy embarazada? Ambos procesos pueden compartir varios síntomas que generan confusión, como el dolor en los senos, fatiga o cambios de humor. Sin embargo, existen señales clave que nos pueden ayudar a distinguir entre ambas situaciones.
Síntomas del SPM: una etapa antes del ciclo menstrual
El síndrome premenstrual es un conjunto de síntomas físicos y emocionales que aparecen antes del inicio del flujo menstrual, afectando entre el 20% y el 30% de las mujeres en edad fértil. Estos síntomas se deben a las fluctuaciones hormonales durante el ciclo menstrual y pueden incluir:
- Dolor en los senos: Los cambios hormonales provocan sensibilidad en los senos, pero este malestar suele desaparecer al iniciar la menstruación.
- Hinchazón abdominal: La retención de líquidos y el aumento de la producción de progesterona pueden causar sensación de hinchazón en el abdomen.
- Cambios en el estado de ánimo: Irritabilidad, tristeza o ansiedad son emociones comunes durante el SPM.
- Fatiga: La sensación de cansancio es frecuente en esta fase del ciclo.
Síntomas de un embarazo temprano: cambios más persistentes
Por otro lado, el embarazo temprano también puede tener síntomas similares a los del SPM, pero con algunas diferencias importantes. Los síntomas más comunes del embarazo en las primeras semanas incluyen:
- Ausencia de menstruación: Uno de los indicios más claros de embarazo es la falta del flujo menstrual.
- Náuseas matutinas: Aunque no todas las mujeres embarazadas experimentan náuseas, este es un síntoma característico que no ocurre en el SPM.
- Cansancio extremo: El embarazo suele generar mayor fatiga que el SPM, y esta sensación no desaparece con la llegada de la menstruación.
- Aumento en la frecuencia de micción: Un signo temprano de embarazo es la necesidad de orinar con mayor frecuencia debido al aumento del flujo sanguíneo hacia los riñones.
Cómo diferenciarlos: observación y prueba de embarazo
Distinguir entre SPM y embarazo puede ser complicado, ya que los síntomas son muy parecidos. Sin embargo, prestar atención a la duración y naturaleza de los síntomas puede ser útil. Por ejemplo, si los malestares persisten más allá de la fecha en que debería haber llegado tu menstruación, una prueba de embarazo podría aclarar cualquier duda.
Recuerda que el cuerpo de cada mujer es diferente, y los síntomas de ambos procesos pueden variar. Por lo tanto, si tienes dudas, lo mejor es consultar con un especialista.