Cuando vivimos estrés constante, el sistema endocrino produce más cortisol y adrenalina, hormonas diseñadas para enfrentar "situaciones de emergencia". Sin embargo, niveles elevados de estas hormonas interfieren con el equilibrio natural de estrógenos y progesterona, hormonas claves del ciclo menstrual. Esto puede llevar a síntomas como ciclos irregulares, cambios en la cantidad de flujo y hasta la ausencia temporal de la menstruación, conocida como amenorrea.
¿Cómo se manifiestan los cambios?
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Alteración del ciclo: El estrés puede alargar o acortar el ciclo menstrual debido a la interrupción en la liberación de hormonas. Esto puede hacer que algunos ciclos sean más cortos o, por el contrario, mucho más largos de lo usual.
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Variación en el flujo: Al desbalancearse los niveles hormonales, el flujo menstrual puede volverse más abundante o escaso de lo habitual, variando incluso entre un ciclo y otro.
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Síntomas intensificados: Dolor menstrual, hinchazón y fatiga son algunos de los síntomas que el estrés puede intensificar. Esto se debe a que el cuerpo responde al estrés con inflamación, haciendo que los síntomas físicos sean más intensos.
¿Cómo disminuir el impacto del estrés en tu ciclo?
- Autocuidado: Actividades de relajación como yoga, meditación, o caminar en la naturaleza pueden reducir los niveles de estrés.
- Productos de apoyo: En días de cambios, los calzones menstruales de Luna Segura brindan la comodidad y protección adicional que necesitas, ya sea que experimentes un flujo inesperadamente abundante o una menstruación más ligera.
Conocer la conexión entre el estrés y la menstruación te brinda una oportunidad para atenderte y buscar apoyo en productos que están diseñados para ayudarte a vivir tus periodos con mayor tranquilidad y bienestar.