¿Cómo los productos menstruales desechables también afectan a los animales y ecosistemas?
La menstruación es un proceso natural, pero los productos de un solo uso—tampones, toallas con envoltorios y aplicadores plásticos—llevan oculto un grave impacto ambiental.
🌊 Plásticos invisibles: el peligro en acción
La mayoría de las toallas higiénicas contienen hasta 90 % de plástico y necesitan entre 500 y 800 años para descomponerse. Cada año, más de 20 000 millones de toallas y tampones acaban en vertederos o en el mar. Con el tiempo, estos plásticos se fragmentan en micro plásticos que contaminan costa tras costa .
🐦 Vida silvestre en riesgo
En playas británicas se han encontrado aplicadores plásticos dentro de aves marinas, haciendo su digestión imposible. Además, los micro plásticos son ingeridos por peces, crustáceos e incluso aves que los confunden con alimento, causando bloqueos digestivos y muerte. Estos químicos tóxicos se acumulan en la cadena alimentaria, afectando desde los corales hasta nosotros .
🏭 Deforestación, agua y emisiones
Los tampones y toallas desechables demandan grandes cantidades de agua y energía: un solo paquete de tampones consume más de 1,000 L de agua en su producción. Además, cada año, una persona menstruante contribuye con aproximadamente 5.3 kg de CO₂ solo con estos productos.
❗ Químicos tóxicos, fauna vulnerable
Muchos tampones y toallas incluyen dioxinas, PFAS y ftalatos, considerados “químicos eternos”. Estas sustancias se filtran en suelo y agua, dañando la fauna, los ecosistemas y salud humana.
✅ Alternativa eco: calzones menstruales reutilizables
En Luna Segura creemos que menstruar puede ser sinónimo de conciencia y bienestar. Nuestros calzones menstruales:
-No generan basura ni plásticos de un solo uso.
-Evitan cientos de envoltorios y aplicadores durante años.
-Protegen tu comodidad y reducen la contaminación de animales y ecosistemas.
Cada panty sustituye decenas o cientos de productos desechables. Además, al prescindir de plástico, eliminamos los huevos de micro plásticos que van a parar a ríos, mares y estómagos de animales marinos.
El impacto de los productos menstruales desechables va más allá de la basura de casa: es una amenaza real y cotidiana para la fauna y el equilibrio ecológico. Como personas menstruantes tenemos el poder —y la responsabilidad— de elegir con conciencia.
En Luna Segura, creemos en una menstruación que cuide tanto de tu cuerpo como del entorno. Porque menstruar no debería significar contaminar. Y elegir una opción consciente es un acto de amor hacia nosotras… y hacia el planeta.